Ya pasó Semana Santa, y por ende quizas algunos (por no decir muchos), ya ni le dan mente a este asunto, pero hace unos momentos yo estaba pensando en eso, de verdad que me llegó fuertemente a la mente, El Amor que Dios tiene, para con nosotros.
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en éL cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". San Juan 3:16.
Como se puede notar, El Amor de Dios es tan grande, tan infinito, tan inigualable, tan incalculable, que no escatimó ningún esfuerzo, por lograr La Redención, El Perdón y La Salvación del mundo.
Lo de Dios no tiene límites algunos, su propio Hijo Jesucristo por nosotros, osea El siendo 100% Santo, 100% Dios, se encarnó en si mismo, para hacerse hombre y venir a morir por un mundo perdido y carente de solución, eso no tiene ni precio, ni punto de comparación.
Parece increíble amigos, pero es cierto, puediendo El: "soltarnos en banda", "sacarnos los pies", "darnos bola negra" (expresiones dominicanas de Abandonarnos), no hizo eso, sino que con todo amor y dulzura se sacrificó por nosotros.
Tomemos conciencia y pensemos el día de hoy en esto, ya que no hay nada semajante siquiera al:
El inigualable amor de Dios.
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