martes, 17 de abril de 2007

Otra mas para la historia

Ayer me dirigia hacia la Uni. a tomar mi 1er Examen Final del Cuatrimestre (ya estoy en mi última semana de la carrera de Contabilidad, gracias a Dios), y voy en una guagua (autobus), del transporte público como suelo hacerlo todos los dias, desde La Romana, hacia San Pedro.

Voy lo mas quitado de bulla leyendo mi última adquisición (El Testigo, de Dee Henderson), tremenda novela mi gente!!!

Para hacerles corto el cuento, y por el cual es el motivo del titulo de este post, hoy adquirí otra experiencia mas, otro cuento para contarselos a mis nietos un dia de estos.

El caso es que cuando yo voy en la guagua, hay un camioncito, me pareció ser de esos que cargan jugo, pero no estoy del todo seguro, como por el km10 de la carretera La Romana-San Pedro, intenta rebasarnos, la guagua que iba a 100 y pico, no permite el rebase, yo vi clarito mi gente, cuando el chofer del camión "ubicó" al chofer, pero no le di mente.

como unos 3 kms, mas adelante yo leyendo mi libro, y en una levanto la cabeza, en eso mismo venia el camion, que instante antes intentó rebasar, otra vez en intento de rebase, lo único que esta vez al llegar al lado del chofer, en vez de rebasar, lo que hizo fue intentar tirarle el camión encima a la guagua (no con intención de chocarnos, sino para que perdieramos el equilibrio).

Ahi el chofer, que se le ve que es un veterano de mil batalla, "tiró" la guagua, hacia el paseo, maniobró, dio par de zig zags, pero definitivamente no pasó nada gracias a Dios, ahi se armó un griterio, porque iban como cinco o seis mujeres, en los primeros asientos y se pusieron de toda manera, menos bien.

Yo con mi "sangre de maco", producto de ya 4 años viajando practicamente todos los dias de La Romana a San Pedro, miré el episodio, le di gracias a Dios que no pasó nada, y me quedé tranquilito leyendo mi libro.

Lamentablemente ni pude tomar la placa, ni tenia una camara para tomar fotos, aunque si les vi la cara al conductor y su acompañante, los que no aparentaban llega a los 30 años de edad, el conductor del camión que sabe lo que hizo "pisó" el acelerador y nunca le vimos ni la brisa.

Yo lo cogi suave, no le di mente y fui y tomé mi examen, que creo que me fue bien gracias a Dios, pero claro que no se me olvidó el episodio y vine a compartirlo con ustedes, una experiencia mas de la calle.


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2 comentarios:

Liga Softcodia dijo...

la imprudencia es la madre de los accidentes...

Ángel Antonio dijo...

Tu lo haz dicho!!!